Patatas a la importancia

Hoy os traigo unas patatas a la importancia, un plato tradicional que ya lo preparaban nuestras abuelas. ¿A quién no le gustan las patatas? De alguna manera nos gustan, son tan versátiles ya que podemos hacer infinidad de recetas, muy variadas y como acompañantes son ideales de cualquier plato de carne, pescado, verduras....

El origen de la patatas a la importancia es de Palencia, el plato base es este simple de patatas solo, pero las podemos hacer con pescado, con almejas, con jamón....

Un plato sencillo que se prepara en dos partes, la primera se rebozan las patatas y la segunda se cocinan con la salsa. Queda un guiso de patatas riquísimo, quedan tiernas y jugosas. El ajo, azafrán y perejil le da un toque muy bueno.

Que más se le pueden pedir a las patatas, si son una maravilla, cocidas, fritas, guisadas, al horno.... Nos gustan de todas las maneras, un plato económico que nos resuelve una comida estupenda.

Así que aquí os dejo este rico plato que en muchos restaurantes de Castilla lo tienen en su carta y en cada sitio le da su toque.

Ingredientes:

3-4 patatas
2 huevos
Harina
1 cebolla
2-3 dientes de ajos
Perejil
1 vaso de vino blanco
1 litro de agua o caldo de verduras o de pollo
Hebras de azafrán( opcional)
Aceite de oliva
Sal
Pimienta

Preparación:

Empezaremos pelando las patatas, las lavamos, secamos bien y cortamos en rodajas de un cm. salamos. En un plato o fuente ponemos la harina unos 100 gr., en otro batimos los huevos.
Rebozamos las patatas. Ponemos una sartén con abundante aceite a calentar. Pasamos las patatas primero por la harina y luego por el huevo, las vamos echando a la sartén, las dejamos se vayan dorando por los dos lados.
Una vez están doradas las vamos sacando y poniendo en un plato que tendremos con papel de cocina. Reservamos.
Preparamos la salsa. Picamos la cebolla, los ajos y el perejil.
Ahora preparamos la salsa. En un mortero picamos los ajos, unas hebras de azafrán y el perejil.
En una cazuela añadimos la cebolla hasta que quede transparente, incorporamos el majado del mortero, removemos todo, añadimos el vino blanco dejamos reducir el alcohol y añadimos un vaso del agua o caldo. Añadimos las patatas, terminamos de cubrir con el resto de caldo, han de quedar cubiertas las patatas.
Dejamos se guisen las patatas unos 20-30 minutos o hasta que queden tiernas a fuego suave para que no se rompan las patatas. Probamos de sal, rectificamos, añadimos un poco de pimienta. Servimos caliente con un poco más de perejil picado.